Si no eres feliz, cambia

Cambia tu forma de afrontar la vida y las circunstancias negativas desaparecerán por sí solas.
Cambia de dirección, no caigas en la rutina, haz lo mismo pero de diferente forma.
Cambia esa cara larga por una más amable, al rato sentirás cómo el panorama se va llenando colores y brillos.

Cambia tu negativismo, sé jovial, fresco, no te preocupes de más por lo que pueda resultar, permítete ser responsable a la vez que espontaneo.
Cambia lo que no te deja crecer: los árboles que son podados constantemente y a su debido tiempo se desarrollan exitosamente.
Cambia la dirección de tu dedo, y en vez de señalar a quien tienes frente a ti, piensa si realmente no serás tú quien debe cambiar.

En ese momento, sólo entonces, tu entorno cambiará, y será para bien.
¿Te atreves?

Muchas veces, cuando sentimos que no somos felices, es prudente hacer un breve examen de nuestras acciones para darnos cuenta que ‘algo’ estamos haciendo de manera inadecuada. Con una pizca de serenidad y una cucharadita de buena voluntad se puede llegar muy lejos. Mas, si no quieres cambiar, por favor no te quejes.
Por: Ángel David Arias Correa.

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