Abstract del texto de José María Guerrero 1. ¿Quién es el religioso y cuál es su tarea HOY dentro de la Iglesia?
Desde la lectura del Vaticano II se entiende que no es necesario ser religioso para poder servir a Dios y fundamentar el propio proyecto personal de Vida.
2. Primacías del Ser sobre el Hacer
Es importante que los religiosos se cuestionen en la actualidad qué es más importante, si realizar una tarea apostólica específica (en la educación, salubridad, en los medios de comunicación social), o la búsqueda de un espíritu propio con miras a la santidad.
Las comunidades de religiosos, en sus principios más elementales, miran a ser la nueva sociedad, donde se viva la fraternidad, la pobreza, la sencillez, el servicio, la amistad, la hermandad... donde se viva una vida que anuncie plenamente el Reino de Dios (LG 44).
La Vida Religiosa surge de ese deseo humano por vivir a Cristo en su integridad y plenitud.
3. El religioso debe “encarnarse”
Y debe hacerlo por su compromiso de ser signo vivo de la presencia del Señor.
El religioso ha elegido en la actualidad la inserción en esta sociedad de masas, antes que un claustro, adoptando una actitud original y exigente de su llamamiento.
La Vida Religiosa se propone buscar a Dios no sólo en lo profundo del espíritu, sino también en los rostros vivos de la humanidad.
Es necesario que todo religioso sea contemplativo pero en la acción.
4. La comunidad es signo de esperanza
Es importante poner de relieve que la comunidad es más que un club de trabajo, pues lo que cuenta no es vivir juntos, sino hacer una verdadera comunidad de vida.
Entre los hermanos de comunidad hay una búsqueda en conjunto por llevar adelante una misión. Entre todos ellos hay consonacia de corazones y espíritu de servicio.
Las comunidades religiosas se adhieren a las realidades eclesiales del lugar donde se ubican.
5. Ante el mundo cambiante...
La formación permanente es un proceso vital que permite la constante actualización, un segundo respiro que llene de aire nuevo los pulmones para dar una mejor respuesta apostólica, pastoral y comunitaria.
Es muy necesario hacer un discernimiento sobre lo que es preciso hacer; no sólo una reunión de razones suficientes, sino más que nada una puesta de nuestra misión bajo la luz del espíritu santo.
6. Conclusión personal
Lo único que parece dar sentido a la Vida Religiosa es una respuesta, profunda y coherente a la
invitación de Cristo: seguirlo radicalmente, compartiendo todos los rasgos de su vida y desde luego su misión anunciadora del Reino con total pasión.
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